TANIA

TANIA

Tan pronto como salían a la venta sus discos, miles de venezolanos que vibraban con su estilo, voz y sentimiento, corrían a apoderarse de aquellas valiosas joyas que fueron materia obligada en los tragamonedas, fiestas populares y emisoras radiales de mayor sintonía. Todo lo que ella tocaba se vendía como pan caliente: “La música que yo hago tiene ritmo tropical, es sentimental y alegre. No diría que se puede calificar de chabacana, es rockolera. Yo soy una cantante de masas y gusto en todos los sectores: desde la clase A hasta la D”, comentó a El Universal, en diciembre de 1973, año en que se convirtió en uno de los fenómenos populares de Venezuela.

Nacida el 16 de noviembre de 1952 en Caracas, de padres margariteños, tuvo que luchar duro para ocupar tan privilegiado sitial. A los 8 años, Tania Salazar Rodríguez cantó música venezolana infantil en el programa Buck Rogers en la planta de Bárcenas, junto a Raquel Castaños y Caridad Canelón. A los 9 años grabó un sencillo, a los 11 un largaduración y más adelante, trabajó en el canal 8, junto a Dionny López (Popy), en un espacio para niños y en El Club del Clan, oficio por el cual tuvo que cambiar su estilo de música venezolana por uno más cónsono con las modernas y juveniles corrientes musicales.

Conocida simplemente como Tania, su ascenso fue vertiginoso. Actuó en estelares musicales como El Gran Casino y La Gran Revista de los Jueves. Luis Cruz, al verla trabajar en El Show de Renny, en Radio Caracas Televisión, le propuso cantar con el trío Los Naipes. A raíz del éxito obtenido junto a esta agrupación con temas como “Déjala que se vaya”, “Desilusión” y “Vete, no vuelvas más”, Tania decidió independizarse y probar suerte con el vals peruano, la cumbia y la rumba flamenca.

En 1973, con una infinidad de elepés en su haber, experiencia como relacionista pública del Estado y estudios de Sociología; la suerte y la fama le cayeron del cielo con “Regresa corazón” y “Playas de mi tierra”. A partir de su segunda producción, la letra de los temas obedeció a la inspiración de su progenitora. “Campesina de mi tierra”, “Prueba de amor”, “Enamorada” y “Por tu recuerdo”, fueron algunos de ellos. Los viajes a Miami, Santo Domingo y Colombia fueron cada día más frecuentes. Fue nominada en 1975 por la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York, en la categoría de discos para los Premios ACE 1974. Al año siguiente, se casó con Manuel Mendoza Bastidas, estudiante de Ingeniería con quien formó una familia, de la que se desprendieron dos hijos.

En 1984, aunque no recibió el suficiente apoyo por parte del país, sus discos –que superaban la decena y de los cuales pegaron piezas como “Ola de la mar”, “Vete a llorar al río”, “Como te soñé” y “Luz que ilumina” – gozaban de un éxito arrollador entre el público latino residente en Estados Unidos. Si bien ha estado retirada de la farándula, la popular intérprete de música tropical aún se presenta dentro o fuera del país, sola o acompañada de Las Grandes, agrupación a la que unió su voz a mediados de 1990, para formar el quinteto de las divas venezolanas.